Tratado sobre la Carta de la Energía: Consejo de la UE aprueba directrices de negociación para Bruselas

El Consejo Europeo ha aprobado las directrices de negociación para la participación de la UE en las conversaciones para modernizar el TCE, confirmando su decisión en una reunión el 2 de julio de 2019.

La Comisión Europea presentó una propuesta del mandato de negociación en mayo de 2019, citando la necesidad de hacer que el acuerdo de comercio e inversión de 1994 esté alineado con la práctica actual y las normas relativas a la protección de las inversiones. El TCE se aplica al sector energético, con el objetivo de establecer “un marco legal para fomentar la cooperación a largo plazo en el campo de la energía, basado en la consecución de complementariedades y beneficios mutuos”.

Las partes contratantes han procurado activamente actualizar el acuerdo durante los dos últimos años, aunque las negociaciones formales recién comenzarán a finales de 2019.

“Aquellas disposiciones desactualizadas ya no son sostenibles o adecuadas para los actuales desafíos; sin embargo, en la actualidad es el acuerdo de inversión más litigado del mundo”, señaló la Comisión Europea en mayo cuando solicitó la aprobación del mandato de negociación. Hasta la fecha, se han presentado 122 controversias en virtud de este tratado, de las cuales 50 son partes contratantes. Esto incluye a casi todos los Estados miembros de la UE, así como a la UE y Euratom por derecho propio.

La decisión del Consejo Europeo que autoriza las directrices de negociación cuenta con una sección dedicada a la protección de las inversiones, apelando a que el TCE modernizado esté alineado con las disposiciones pertinentes a los últimos acuerdos de la UE, además de que garantice “un alto nivel de protección de las inversiones” y “seguridad jurídica a los inversores y a las inversiones de las Partes en sus mercados mutuos”.

Notablemente, las directrices señalan que la UE debería procurar que el TCE esté sujeto al TMI, el cual fue propuesto en el contexto del proceso de reforma multilateral de la ISDS del Grupo de Trabajo III de la CNUDMI. El enfoque de la UE para negociar un STI en sus acuerdos de inversión más recientes está dedicado a preparar el terreno para un futuro MIC, aun cuando la propuesta no se afiance en la CNUDMI.

Las directrices también señalan que los procesos de reforma de la ISDS en curso en otros foros —específicamente en la CNUDMI y el CIADI— deberían reflejarse en el TCE modernizado, aunque se limitan a afirmar que las negociaciones del TCE deberían esperar hasta que las otras deliberaciones sean completadas.

Los ítems programados para ser propuestos en las negociaciones sobre la modernización del TCE, según una lista de temas prioritarios aprobada por la Conferencia de la Carta de la Energía el año pasado, incluyen la definición de TJE, una característica común de los arbitrajes del TCE, incluyendo algunos casos de alto perfil que involucran energías renovables. Las directrices de negociación de la UE señalan que una cláusula actualizada de TJE debe “definirse correctamente a fin de evitar cualquier interpretación errónea”.

Las directrices también establecen que el TCE modernizado debe “reafirmar explícitamente el derecho de las Partes contratantes del TCE a adoptar medidas para alcanzar objetivos políticos legítimos, como la protección de la salud pública, de la seguridad, del medio ambiente o de la moral pública, y la protección social o de los consumidores («derecho a regular»)”. El “derecho a regular” también se encuentra en la lista aprobada por la Conferencia de la Carta de la Energía en 2018.

Las directrices de la UE también apelan a que el tratado revisado “contribuya a la consecución de los objetivos del Acuerdo de París”, haciendo referencia al acuerdo de las Naciones Unidas para tratar las emisiones de gases de efecto invernadero en vigencia desde noviembre de 2016. También establecen que las disposiciones sobre desarrollo sostenible del TCE modernizado deberían contener lenguaje referido al “cambio climático y a la transición hacia una energía limpia, en consonancia con el Acuerdo de París” así como también terminología a este respecto en los últimos acuerdos negociados por Bruselas, junto con los que actualmente están siendo desarrollados.