Se espera que las negociaciones para modernizar el Tratado sobre la Carta de la Energía, un acuerdo de 1994 que cubre el comercio, la inversión y otros aspectos del sector energético entre sus partes contratantes, comiencen antes del final de 2019. Aunque en una gran cantidad de otros foros se ha reconocido la necesidad de reformar la ISDS y de garantizar que los acuerdos de comercio e inversión
apoyen ambiciosas acciones climáticas ¿Por qué más funcionarios y comentadores no están discutiendo la posibilidad de terminar completamente el TCE, o de reconsiderar su cláusula de supervivencia para aquellas partes que opten por retirarse? Tania Voon explora este tema y describe opciones para seguir avanzando.